La regulación nacional e internacional exige a las compañías que hacen parte del sector financiero y varias del sector real, la implementación de Sistemas de Autocontrol y Gestión del Riesgo de Lavado de Activos y Financiación del Terrorismo (SAGRLAFT)*. Dentro de los obligados se encuentran el sector de la construcción, transporte, entidades deportivas, minas y canteras, sector salud, aduanas, entre otros. En el mundo de los negocios es necesario conocer a todas las contrapartes para asegurar la incursión en actividades seguras y que atiendan a las expectativas de las autoridades de vigilancia y control, y de inversionistas y aliados estratégicos.